El ataque del Dragón de la Llama de la Oscuridad (邪王炎杀黒龙波, Jaō Ensatsu Kokuryūha?) es una poderosa técnica que convoca las llamas negras de las profundidades del Makai para plasmarlas en forma de un dragón capaz de incinerar casi cualquier cosa al momento de ser disparado hacia su objetivo.
Historia[]
Hiei invocando la llama de la oscuridad
Originario de Makai, hay un elemento inusual en las profundidades del inframundo con capacidad destructiva sin precedentes llamado las llamas de la Oscuridad. Durante miles de años, innumerables Yokais buscaron aprovechar este poder. Ninguno de ellos había tenido éxito hasta que Hiei apareció.
En algún momento antes de que el torneo oscuro, Hiei supo hacer una invocación a las llamas negras y liberar al Dragón de la Llama de la Oscuridad. Debido a que su control sobre esta técnica se mantuvo sin refinar en el momento, experimentó una considerable angustia personal cuando lo usó.
Durante su enfrentamiento con Zeru, Hiei invocó las llamas negras por primera vez y rápidamente se quemó el brazo tan mal que sus habilidades de combate fueron severamente mermadas durante casi todo el resto del torneo, un testimonio de la esencia incontrolable del poder de esta bestia.
Para ayudar a compensar este peligro potencial, Hiei mantuvo su brazo envuelto en un paño especial para sellar al Dragón. Con el tiempo lo dominó durante su batalla con Bui consumiéndolo y llegó a convertirse en el mastro del Dragón de la Llama de la oscuridad.
Uso[]
Cambios en la atmósfera al momento de ser utilizado el poder del Dragón.
El Dragón justo antes de salir
El Dragón negro materializado por completo.
Al utilizar la Llama de la Oscuridad, Hiei quita el paño sellado envuelto alrededor de su brazo y luego procede a concentrar su energía demoníaca y también activa su Jagan al mismo tiempo.
Mientras Hiei invoca las llamas negras, una seria de cambios climáticos ominosos ocurren (rayos, nubes oscuras, etc), pero esto no es siempre el caso. De hecho, este fenómeno sólo se observó durante sus primeros intentos de utilizar este ataque. Esto implica que el fenómeno meteorológico era más probable que un efecto secundario de su falta de control suficiente. Los individuos con conciencia espiritual en las cercanías también comenzarán a experimentar una sensación de frío, ansiedad o incluso la desesperación.
Una vez que la energía acumulada para invocar al dragón está completamente cargada, su forma se materializa en un remolino de llamas negras que cubren todo el brazo de Hiei. Tras la liberación, las llamas estallaron en una explosión descrito como una criatura con conciencia propia y por lo tanto difícil de guiar una vez puesta en marcha. La energía oscura entonces procede a incinerar instantáneamente casi cualquier cosa en su camino. En el caso de que el Dragón sea redirigido a Hiei, él es capaz de absorber su energía y por lo tanto eleva todas sus habilidades durante un corto período de tiempo.
Cuando esto ocurre, el dragón aparecerá haberle devorado por completo antes de que resurgir, aparentemente de la nada.
Forma[]
Después de ser liberado, las llamas toman la forma de un dragón gigante chino, compuesto en su totalidad de llamas de colores negro y púrpura. Pero el color exacto del dragón no es consistente, mientras que su aspecto siempre mantiene la base de negro, el color secundario varía entre púrpura, rojo, azul, verde y blanco, incluso.
Efecto y poder[]
Lo que quedó de Zeru después de ser impactado por el Kokuryuha.
El daño causado por el Dragón de la Llama de la Oscuridad es inmenso, incluso durante la manifestación, la técnica genera una gran destrucción y es capaz de hacer que los Yokais de bajo nivel que no puedan resistir su poder se quemen al instante.
Después de ser despedido, el ataque vuela hacia el objetivo y destruye todo a su paso. Las llamas intensas consumen su objetivo al instante, como se ve cuando se utiliza contra Zeru del equipo Rokuyukai; todo lo que quedó de él fue su silueta, que se había grabado a fuego en una pared del primer estadio.
En principio, cualquier acción defensiva o desviar este ataque es imposible. Sólo tres personas fueron capaces de sobrevivir a esta técnica: Mukuro y Sensui fueron capaces de destruir al dragón, porque sus propios poderes eran enormes, mientras que Bui logró redirigir el ataque de nuevo a Hiei con su aura de batalla para amortiguar y desviar los efectos de la técnica.
Efectos Colaterales[]
Debido a su intensidad, las llamas negras son extremadamente difíciles de manejar. Si el usuario no puede controlar completamente esta técnica, su poder va a terminar consumiendo al propio usuario.
Cuando Hiei utilizó por primera vez esta técnica, quedó con quemaduras graves en el antebrazo derecho, incluso con la ayuda de su Jagan. Alguien menos calificado podría haber muerto instantáneamente, pero Hiei decidió probar con la idea de sellar el poder del dragón en un tatuaje que recubre su brazo derecho.
De cualquier manera, esta técnica requiere tanta energía que Hiei pierde la conciencia después de la erradicación de su oponente con el poder de fuego del Dragón teniendo que entrar en un estado de hibernación durante algunas horas para reponer sus fuerzas.
Conexion al Jagan[]
El Dragón de la Llama de la Oscuridad no tiene una conexión obligatoria con el Jagan, pero Hiei parece haber utilizado las habilidades del Jagan para facilitar su manipulación del poder del Dragón.
En la pelicula 2 hiei activa el jagan con el dragon negro pudiendo utilizar multiples dragones negros contra Raigo
Sellado y Contencion[]
Hiei no podía manejar este ataque a su gusto, por lo que selló su poder por medio de la compresión de las llamas negras en el brazo derecho a través de un tatuaje en forma de dragón.
A través de esa imagen, que fue capaz de armonizar su energía con las llamas de la oscuridad, pero el poder que emana de esta llama era tan fuerte que tuvo que envolver todo su brazo derecho con un paño con Guardia especial diseñado para el objetivo de contener por completo el dragón. Para ello es necesario que éste tenga que quitar estos envoltorios si quiere desatar las fuerzas del dragón sobre un oponente incauto.